
Según la Biblia, esta era terminará con la llegada al poder de uno conocido como la Bestia o el Anticristo. En su segunda carta a los Tesalonicenses, en el capítulo 2, el apóstol Pablo lo describe en estos términos:
9 El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, 10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
2 Tesalonicenses 2.9-12
El Anticristo no saldrá de la nada.

El camino le será preparado por una serie de “agentes de cambio” que traen un “fuerte engaño” a aquellos que rechazan la verdad que se encuentra en el mensaje del Evangelio. Hay personas poderosas a cargo de nuestros medios de comunicación, del sistema educativo, de las instituciones políticas, comerciales y religiosas que están preparando el camino para el engaño venidero.

Estos “agentes de cambio” quieren alterar la forma en que la gente piensa, como se comporta y lo que cree, siguiendo la famosa frase de Karl Marx, “Los filósofos solo han interpretado el mundo, sin embargo, el objetivo real es cambiarlo”.

Quieren cambiar el mundo de hoy, unos a través de una nueva variante del marxismo, y otros, por medio de los demás engaños que están penetrando en el mundo de hoy. Se den cuenta de lo que están haciendo o no, el objetivo final es someter a las personas a un programa de gobierno global, también conocido como el Reinicio Global, el Nuevo Orden Mundial o la Agenda 2030.

El objetivo es lograr que esto se materialice en el año 2030, momento en el que esperan poseer el control de la política, los medios de comunicación, la educación y la religión y utilizar una nueva forma de dictadura tecnocrática para establecer ese sistema. Cuando finalmente entre en vigor, los disidentes serán amenazados con exclusión social, arresto y muerte.

Durante el pasado año, se han producido una serie de iniciativas a través de las cuales se está preparando a la gente para estos cambios en nuestra sociedad actual. He aquí tres de ellas:
1. Utilizar la crisis del coronavirus y el bloqueo para hacer que la gente acepte la necesidad de restricciones drásticas a la libertad en su vida normal y para reunirse con otros por miedo a contraer un virus que pueda matarlos. Justificar los resultados dañinos del cierre diciendo como única forma de salvar vidas y de evitar una catástrofe de salud de la abrumadora para la sociedad. Luego, introducir la vacunación de masas junto con algún tipo de mecanismo de control para ver quién se somete y quien no. Crear hostilidad hacia los disidentes contra el programa y adjudicarles la responsabilidad por cualquier problema que surja en el futuro.

2. Crear temor acerca de un “cambio climático catastrófico” que pueda poner fin a la civilización a menos que ejerzamos transformaciones radicales en la manera en que vivimos reduciendo el uso de combustibles emisores de carbono de los que dependemos actualmente. Restringir el uso de combustibles fósiles, carbón, petróleo y gas, que son relativamente baratos, abundantes y seguros y optar por la tecnología verde poco fiable que no podrá proporcionar la energía necesaria para mantener nuestro sistema actual en funcionamiento (y que, en gran parte, también contribuye a la degradación del medio ambiente). Controlar el movimiento de las personas para viajar, su capacidad de calentar sus hogares y alimentarse independientemente. Crear una crisis económica que, junto con las enormes deudas acumuladas durante la crisis del coronavirus, provoque el colapso del capitalismo occidental para reemplazarlo con un nuevo sistema económico que utilice la tecnología para controlar la vida del individuo.

3. Cultura de la cancelación / teoría crítica de la raza. Utilizar iniciativas como “divulgar diversidad” / “Las vidas negras importan” y otras campañas similares que resaltan los derechos de minorías para crear un cambio en la cultura. Afirmar que el “racismo sistémico” subyace el conjunto de la sociedad occidental y trabajar para eliminar las influencias del pasado que fomentaron tales actitudes. Reemplazarlas con una nueva ideología de “diversidad” basada en el marxismo que controle todas las áreas de la sociedad. El cristianismo bíblico se identificará como algo que también debe cancelarse en este proceso y que conducirá a la supresión de la predicación del Evangelio.

Muchas personas se están dando cuenta del hecho de que nos están imponiendo una gran cantidad de engaños, en particular a través de los medios de comunicación tradicionales, del sistema educativo y de gran parte de las redes sociales. Quienes impulsan esto constituyen una pequeña minoría que ha logrado obtener un poder extraordinario para imponer su voluntad a la mayoría.

Están preparando el camino hacia una dictadura anticristiana, en que la gente no pueda expresar públicamente puntos de vista que no se alineen con los de los que mantienen el poder. Si lo hacen, correrán el riesgo de la represión, el arresto o incluso la muerte.